Incapacidad y
victimismo son posiblemente las palabras que mejor resumen la actitud
que viene manifestando el equipo de Gobierno municipal a lo largo de
la presente legislatura. Lo hemos podido ver en cada uno de los
Plenos y Comisiones celebrados hasta este momento. Animamos a los
vecinos y vecinas de Noreña a acudir a los Plenos y comprobar de
primera mano quién nos está gobernando.
Ya a principios de la actual
legislatura el Alcalde vio rechazada su propuesta de remuneraciones,
en la que contemplaba una cuantiosa liberación para sí mismo, así
como liberaciones parciales para el resto de los miembros de su
equipo de Gobierno. Esta propuesta fue rechazada por las fuerzas de
la oposición, entre las que se encontraba el Frente de la Izquierda.
La negativa de nuestro grupo político
se basó principalmente en que la consideramos excesivamente gravosa
para las Arcas municipales, más si cabe en el actual contexto de
crisis económica, fruto de las políticas aplicadas desde las
distintas Administraciones, ya sean regionales o estatal, tanto por
el PP como por el PSOE.
Sin embargo, esta propuesta no fue
solamente reprobable en términos económicos, sino también desde un
punto de vista ético. Desde el Frente de la Izquierda consideramos
que los representantes políticos de los Ayuntamientos deben dar
ejemplo, ser los primeros en defender a los más necesitados y
criticar abiertamente aquellas decisiones políticas que, aunque
procedan de ámbitos superiores, sean lesivas para los intereses de
la mayoría social de ciudadanos y ciudadanas. Esto debe hacerse
incluso aunque dichos ámbitos institucionales estén en manos de las
mismas organizaciones políticas que tienen representación en
nuestro Ayuntamiento. Quienes no lo hagan así, son corresponsables
de la situación general de empobrecimiento a la que todos y todas
estamos sometidos. A día de hoy, no podemos constatar esta actitud
crítica entre los representantes locales del PSOE o del PP.
Actualmente Noreña tiene más de 500
trabajadores inscritos en el paro. Una parte significativa de los
mismos no cobra prestación alguna y está a expensas de los
familiares más directos, sin que se haya aprobado por parte del
actual Gobierno municipal ninguna bonificación o deducción objetiva
en las tasas o impuestos municipales.
A lo largo de estos años, nuestra
fuerza política ha planteado reiteradamente en el Ayuntamiento la
necesidad de que se aprueben bonificaciones o exenciones a las tasas
e impuestos en función de la renta de las personas. Entendemos que
no todos los vecinos y vecinas tienen el mismo nivel económico y que
un partido que todavía mantiene la palabra “socialista” —aunque
sea únicamente en sus siglas—no puede ni debe hacer oídos sordos
a esta petición, que además es de justicia. Sin embargo, el PSOE de
Noreña rechazó nuestra petición y se empeñó en sacar adelante
unos Presupuestos que partían de la base de criterios recaudatorios
injustos. Los Presupuestos municipales son muy importantes, pero sólo
en tanto en cuanto sirven para resolver los problemas de los
ciudadanos y ciudadanas, algo que no conseguía el borrador
presentado por el equipo de Gobierno. Esta propuesta, al no tener en
cuenta las diferencias económicas y patrimoniales de los y las
noreñenses, tan solo podía contribuir a empobrecer aún más a
quienes peor lo están pasando, a los más golpeados por la crisis.
Por esta razón, los comunistas de Noreña rechazamos los
Presupuestos del PSOE: dijimos NO a unos Presupuestos injustos.
El Alcalde y su grupo político son
los culpables de que no se haya podido consensuar un Presupuesto.
Para ellos, “acuerdo” significa que el resto de fuerzas políticas
suscribamos con nuestro voto sus posiciones. Y cuando esto no es así,
se dedican a desprestigiar a las organizaciones de la oposición,
acusándonos de “no querer el bien de Noreña” o de “votar en
contra del Municipio”.
Una prórroga presupuestaria no es
necesariamente una mala noticia, pues obliga al equipo de Gobierno a
sentarse a dialogar con los demás grupos políticos, para debatir y
acordar entre todos las modificaciones presupuestarias necesarias
para reactivar la actividad municipal, bloqueada por la dejadez en
sus funciones del Alcalde y su equipo. Desde el Frente de la
Izquierda actuaremos con responsabilidad, estudiando detenidamente y
con rigor todas las propuestas que se nos hagan. Pero desde este
mismo instante reiteramos nuestro compromiso de apoyar solo aquellas
que redunden en beneficio de la mayoría de los vecinos y rechazar
las que sean lesivas para sus intereses.
El PSOE de Noreña no sólo ha mostrado
su falta de diálogo en el tema de los Presupuestos, sino que ha
manifestado su absoluta incapacidad para aceptar propuestas de otras
fuerzas políticas, como nuestro proyecto para un Reglamento de
Participación Ciudadana, en el que los comunistas de Noreña
llevamos trabajando más de un año. El citado Reglamento contemplaba
la posibilidad de que los vecinos interviniesen en los Plenos; la
convocatoria de referéndums para asuntos de actualidad municipal
—por ejemplo, el caso de las plazas de aparcamiento en La Cruz—;
la redacción de Presupuestos participativos que no sólo tuvieran en
cuenta las consideraciones de los responsables políticos, sino
también de asociaciones, sindicatos... El PSOE no mostró nunca
ningún interés en nuestra propuesta, al igual que tampoco muestra
interés en ejecutar acuerdos plenarios, como el que obliga a buscar
soluciones para construir viviendas sociales en Noreña —llevamos
14 años sin construir una vivienda social—.
En las elecciones municipales de 2011
el PSOE fue la fuerza más votada en Noreña. Sin embargo, tan sólo
obtuvo el 15,5% de votos del total del censo electoral. Es, por
tanto, la primera fuerza política de Noreña, pero su mayoría es
muy exigua. Es en estos casos cuando se necesita mayor capacidad de
diálogo, de negociación y altura de miras. Pero el equipo de
Gobierno no tiene ninguna de estas cualidades. Acusar, como hace el
PSOE local, de cobardía a toda la oposición en general y a esta
fuerza política en particular es una demostración de prepotencia y
soberbia sin precedentes, a la vez que descubre la verdadera
naturaleza de quienes así se manifiestan. Una naturaleza teñida,
como dijimos al principio, de victimismo político e incompetencia.