lunes, 29 de julio de 2013

ASÍ ESTÁ REALMENTE EL AYUNTAMIENTO

Incapacidad y victimismo son posiblemente las palabras que mejor resumen la actitud que viene manifestando el equipo de Gobierno municipal a lo largo de la presente legislatura. Lo hemos podido ver en cada uno de los Plenos y Comisiones celebrados hasta este momento. Animamos a los vecinos y vecinas de Noreña a acudir a los Plenos y comprobar de primera mano quién nos está gobernando.

Ya a principios de la actual legislatura el Alcalde vio rechazada su propuesta de remuneraciones, en la que contemplaba una cuantiosa liberación para sí mismo, así como liberaciones parciales para el resto de los miembros de su equipo de Gobierno. Esta propuesta fue rechazada por las fuerzas de la oposición, entre las que se encontraba el Frente de la Izquierda.
La negativa de nuestro grupo político se basó principalmente en que la consideramos excesivamente gravosa para las Arcas municipales, más si cabe en el actual contexto de crisis económica, fruto de las políticas aplicadas desde las distintas Administraciones, ya sean regionales o estatal, tanto por el PP como por el PSOE.
Sin embargo, esta propuesta no fue solamente reprobable en términos económicos, sino también desde un punto de vista ético. Desde el Frente de la Izquierda consideramos que los representantes políticos de los Ayuntamientos deben dar ejemplo, ser los primeros en defender a los más necesitados y criticar abiertamente aquellas decisiones políticas que, aunque procedan de ámbitos superiores, sean lesivas para los intereses de la mayoría social de ciudadanos y ciudadanas. Esto debe hacerse incluso aunque dichos ámbitos institucionales estén en manos de las mismas organizaciones políticas que tienen representación en nuestro Ayuntamiento. Quienes no lo hagan así, son corresponsables de la situación general de empobrecimiento a la que todos y todas estamos sometidos. A día de hoy, no podemos constatar esta actitud crítica entre los representantes locales del PSOE o del PP.

Actualmente Noreña tiene más de 500 trabajadores inscritos en el paro. Una parte significativa de los mismos no cobra prestación alguna y está a expensas de los familiares más directos, sin que se haya aprobado por parte del actual Gobierno municipal ninguna bonificación o deducción objetiva en las tasas o impuestos municipales.
A lo largo de estos años, nuestra fuerza política ha planteado reiteradamente en el Ayuntamiento la necesidad de que se aprueben bonificaciones o exenciones a las tasas e impuestos en función de la renta de las personas. Entendemos que no todos los vecinos y vecinas tienen el mismo nivel económico y que un partido que todavía mantiene la palabra “socialista” —aunque sea únicamente en sus siglas—no puede ni debe hacer oídos sordos a esta petición, que además es de justicia. Sin embargo, el PSOE de Noreña rechazó nuestra petición y se empeñó en sacar adelante unos Presupuestos que partían de la base de criterios recaudatorios injustos. Los Presupuestos municipales son muy importantes, pero sólo en tanto en cuanto sirven para resolver los problemas de los ciudadanos y ciudadanas, algo que no conseguía el borrador presentado por el equipo de Gobierno. Esta propuesta, al no tener en cuenta las diferencias económicas y patrimoniales de los y las noreñenses, tan solo podía contribuir a empobrecer aún más a quienes peor lo están pasando, a los más golpeados por la crisis. Por esta razón, los comunistas de Noreña rechazamos los Presupuestos del PSOE: dijimos NO a unos Presupuestos injustos.
El Alcalde y su grupo político son los culpables de que no se haya podido consensuar un Presupuesto. Para ellos, “acuerdo” significa que el resto de fuerzas políticas suscribamos con nuestro voto sus posiciones. Y cuando esto no es así, se dedican a desprestigiar a las organizaciones de la oposición, acusándonos de “no querer el bien de Noreña” o de “votar en contra del Municipio”.
Una prórroga presupuestaria no es necesariamente una mala noticia, pues obliga al equipo de Gobierno a sentarse a dialogar con los demás grupos políticos, para debatir y acordar entre todos las modificaciones presupuestarias necesarias para reactivar la actividad municipal, bloqueada por la dejadez en sus funciones del Alcalde y su equipo. Desde el Frente de la Izquierda actuaremos con responsabilidad, estudiando detenidamente y con rigor todas las propuestas que se nos hagan. Pero desde este mismo instante reiteramos nuestro compromiso de apoyar solo aquellas que redunden en beneficio de la mayoría de los vecinos y rechazar las que sean lesivas para sus intereses.

El PSOE de Noreña no sólo ha mostrado su falta de diálogo en el tema de los Presupuestos, sino que ha manifestado su absoluta incapacidad para aceptar propuestas de otras fuerzas políticas, como nuestro proyecto para un Reglamento de Participación Ciudadana, en el que los comunistas de Noreña llevamos trabajando más de un año. El citado Reglamento contemplaba la posibilidad de que los vecinos interviniesen en los Plenos; la convocatoria de referéndums para asuntos de actualidad municipal —por ejemplo, el caso de las plazas de aparcamiento en La Cruz—; la redacción de Presupuestos participativos que no sólo tuvieran en cuenta las consideraciones de los responsables políticos, sino también de asociaciones, sindicatos... El PSOE no mostró nunca ningún interés en nuestra propuesta, al igual que tampoco muestra interés en ejecutar acuerdos plenarios, como el que obliga a buscar soluciones para construir viviendas sociales en Noreña —llevamos 14 años sin construir una vivienda social—.


En las elecciones municipales de 2011 el PSOE fue la fuerza más votada en Noreña. Sin embargo, tan sólo obtuvo el 15,5% de votos del total del censo electoral. Es, por tanto, la primera fuerza política de Noreña, pero su mayoría es muy exigua. Es en estos casos cuando se necesita mayor capacidad de diálogo, de negociación y altura de miras. Pero el equipo de Gobierno no tiene ninguna de estas cualidades. Acusar, como hace el PSOE local, de cobardía a toda la oposición en general y a esta fuerza política en particular es una demostración de prepotencia y soberbia sin precedentes, a la vez que descubre la verdadera naturaleza de quienes así se manifiestan. Una naturaleza teñida, como dijimos al principio, de victimismo político e incompetencia.